Fotos: Juan Toledo |
Protagonistas y testigos de las letras mexicanas del siglo XX, en el marco del
aniversario de los Fondos Personales Alí Chumacero, Antonio Castro Leal, Carlos
Monsiváis, Jaime García Terrés y José Luis Martínez de la Biblioteca de México
José Vasconcelos
Rodrigo Martínez y Javier Aranda ofrecieron la conferencia
El historiador Rodrigo Martínez habló de la importancia de
la biblioteca de su padre, José Luis Martínez, quien dijo, dedicó su vida a la
crítica y la historia literaria, pasando por el México colonial hasta el siglo
XX.
Afirmó que José Luis Martínez fue ante todo un autodidacta y
junto con su amigo Alí Chumacero, tan ávido de letras como él, recorría la
Biblioteca Nacional y las librerías de viejo del Centro en busca de libros y
joyas.
"Muchos admiraban su pasión e incluso afirmaban que
estaba a punto de graduarse de Alfonso Reyes. Él era buen escritor porque era
buen lector y fue uno de los primeros en reconocer el talento de Juan Rulfo y Juan
José Arreola como escritores, al igual que el de Elena Poniatowska".
"La biblioteca de mi padre –agregó– contiene todo lo
que él necesito para hacer sus libros, pero también todo lo que necesita toda
persona con curiosidad por la cultura para ser feliz".
"Las bibliotecas también son una especie de espejo de
tinta de sus dueños, por ello cuando uno se metía a la casa de Carlos Monsiváis
uno iba viendo que no tenía un orden y que los libros iban invadiendo todo
espacio imaginable, incluso las sillas, dejando a los invitados con sólo medio
cojín para sentarse".
Recordó que Carlos Monsiváis como cronista buscaba libros
que le dieran nuevos puntos de vista sobre los temas que le interesaban,
teniendo en su biblioteca zonas muy singulares, como aquella dedicada a los
comics, entre éstos Superman y la revista MAD.
Recordó que aun en su desorden, Carlos Monsiváis tenía un
ojo muy medido con su biblioteca y sabía exactamente dónde estaban las cosas.
Su biblioteca no estaba ordenada en orden alfabético sino por temas.
Y añadió: "Yo quisiera que el público, los jóvenes,
recorrieran la biblioteca de Carlos Monsiváis, que entraran de lleno en sus más
de 24 mil volúmenes, porque seguramente encontrarán muchos tesoros y muy gratas
sorpresas".
Fuente: Comunicado Conaculta No. 2138/2013
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